BUENOS DÍAS:
LENGUA: Miércoles 6 de mayo
LENGUA:
Control de Lectura nº 4:
Primero lee la lectura 4 (es muy divertida), luego lee las preguntas y escribe las respuestas correctas en tu cuaderno.
Después marca las respuestas en:
https://docs.google.com/forms/d/10lc8qVbSwd-bVcX7hXl7yC-DYtK5vWDlQ1Lt1UdsMGc/edit
Después marca las respuestas en:
https://docs.google.com/forms/d/10lc8qVbSwd-bVcX7hXl7yC-DYtK5vWDlQ1Lt1UdsMGc/edit
Da a enviar y luego marca VER PUNTUACIÓN y automáticamente verás tu nota. Yo también la veré. 😉
Estoy apuntando todas vuestras notas. Lo estáis haciendo genial.
Estoy apuntando todas vuestras notas. Lo estáis haciendo genial.
Cuidado: Solo puedes hacer el control una vez.
Si lo haces más veces solo vale el primer control que hagas.
Si lo haces más veces solo vale el primer control que hagas.
Lectura 4: UNA EXCURSIÓN CÓMODA
Soy un cerdo. Lo que más
me gusta es quedarme en casa tumbado en el sofá y tomar manzanilla. Eso es
mentira, claro. Lo cierto es que me gusta tomar infusiones de menta. Con muchos
azucarillos.
Los cerdos somos animales
muy inteligentes. Por eso he escogido un hogar tan bonito. Mi hogar lo forman
Robin, Linda y Guillermo. Aunque ellos tres no son cerdos. Son personas. Pero a
pesar de eso me resultan la mar de simpáticos. Cuando estamos juntos nos
ocurren cosas increíbles. Aventuras. Un montón de aventuras. Y lo pasamos en
grande.
El domingo es mi día preferido.
Y es que los domingos siempre nos vamos al campo. La familia entera. Me dije
que con un poco de suerte podría encontrar un fangal decente. Primero hubo que
cargar el coche. Lo más fascinante de todo era la cesta de la comida. Los
cerdos son unos
verdaderos amantes de la
buena comida. Eso lo sabe todo el mundo.
Si por mí fuera, tendría
que ser domingo todos los días. Así podría estar siempre vagando por ahí. Y
atravesar a toda pastilla bosques misteriosos o zambullirme en riachuelos de
montaña. Eso es exactamente lo que necesita un lechón como yo.
Por fin llegamos a nuestro
punto de destino. Guillermo dijo que era un rincón paradisíaco. Estaba
realmente emocionado. Linda se sentó bajo la sombrilla. En la tumbona.
–Muy bien. Ahora nos vamos
a poner cómodos –dijo.
¿Cómodos? ¿Qué palabra era
esa? Parecía de lo más sospechosa. Yo aún no la conocía. Quería averiguar qué
significaba “cómodo”. Así que crucé el prado en dirección a la colina. Tal vez encontraría
algo cómodo. La verdad es que estaba intrigadísimo.
Por cierto, Robin también
echó a correr. ¡Qué bien! Con Robin es muy fácil divertirse. Pero lo que yo
quería era saber de una vez por todas qué significaba “cómodo”. Seguro que
Robin también querría ponerse cómodo. Así que decidí no quitarle el ojo de
encima. Tarde o temprano, acabaría descubriendo el significado de tan
misteriosa palabra.
–¡Venga, vamos a correr
hasta la cima de la colina! –gritó Robin.
Y eso es lo que hice de
inmediato. Con la lengua fuera. Aunque me llevé un susto de muerte al llegar
arriba. ¡Del otro lado de la colina había una enorme jauría de perros! Eran el
triple de grandes que yo. Y tenían una pinta realmente curiosa. Tenían cuernos.
Y manchas negras y blancas en el lomo. Por suerte, estaban detrás de un vallado
de madera.
Pero Robin me explicó que
esos perros eran vacas. Lo cierto es que yo no había visto una vaca en mi vida.
Así que me acerqué a una de ellas para ofrecerle mi amistad. Vi una vaca de
piel muy oscura sentada bajo un manzano. Parecía la mar de simpática. Me
acerqué de puntillas. ¡A una vaca de verdad! Con cuernos y todo. Lo único
extraño era que no tenía ya sabéis, esa cosa por donde sale la leche.
Y entonces Robin gritó:
–¡Cuidado, que es un toro!
Eso no me lo había
explicado Robin. No me había dicho que algunas vacas podían ser toros. Pero así
al menos tuve ocasión de descubrir que Robin es un excelente corredor. Y es que
cuando me acerqué a la vaca de mentira, esta se puso bastante nerviosa y empezó
a perseguirnos a los dos.
Robin gritaba como loco y
no paraba de agitar los brazos. En cuanto nos vio, Linda se levantó de la
tumbona como una flecha. Luego ella y Guillermo nos siguieron corriendo en
dirección al coche.
Guillermo ya no parecía
tan fascinado por el paisaje. Cuando el toro nos hizo dar la tercera vuelta
alrededor del coche, decidimos que lo mejor era marcharnos en seguida. Volvimos
a casa por el camino más corto. “¡Esta sí que ha sido una excursión cómoda!”, pensé
al llegar a casa.
Estaba contento: por fin
había descubierto lo que significaba “cómodo”. “Cómodo” es una palabra aún más
bonita que “menta”. Decidí que en adelante me pondría cómodo más a menudo.
TINO
El cerdito Menta.
Ediciones SM
1.- ¿Qué tipo de texto es
la lectura?
● Una narración
● Una poesía
● Una obra de teatro
2.- ¿Quién es el narrador?
● Un niño
● Un cerdo
● Un toro
3.- Según el texto, ¿qué
frase es verdadera?
● Todo el mundo sabe que a
los cerdos no les gusta la comida.
● Guillermo se sentó bajo la
sombrilla en una tumbona.
● El cerdo quería saber lo
que significaba “cómodo”
4.- ¿Por qué comenzaron a
correr el cerdo y Robin?
● Porque les perseguía una
vaca.
● Porque les perseguía un
toro.
● Porque les perseguía un
conejo.
5.- ¿Entendió el cerdo el
verdadero significado de “cómodo”?
● Sí.
● No.
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